En tiempos de aislamiento social obligatorio, la presencia de los vigiladores privados (como acontece con los guardias de Cooperativa Norte SIS) resulta esencial en los consorcios, porque la situación de confinamiento exige una mayor observación para garantizar el orden en los edificios, de donde se incrementan las medidas de prevención y control. 

Además, el hecho de que los consorcistas (propietarios e inquilinos) estén recluidos en cuarentena en sus departamentos genera otras demandas y requerimientos, en cuyo caso nuestra organización ha instrumentado protocolos especiales de actuación, con observancia estricta de las medidas preventivas recomendadas por las autoridades sanitarias.

Muchas veces nuestros vigiladores asumen proactivamente esa función especial, sobre todo en horarios en que -ante la ausencia del encargado- cumplen funciones complementarias y ciertamente supletorias.

Desde el comienzo de la pandemia por el coronavirus, la tranquilidad en los edificios ha sido un objetivo de Cooperativa Norte SIS, en la convicción de que su servicio agrega valor a la vida consorcial en una situación excepcional que desafía también la solidaridad, la cordialidad, la actitud servicial y la preocupación por las condiciones de seguridad.