CONTROL Y PREVENCIÓN EN CONJUNTOS INMOBILIARIOS

En countries, clubes de campo y barrios cerrados (los “conjuntos inmobiliarios”, según la denominación del nuevo Código Civil y Comercial), los vigiladores privados deben controlar, por lo pronto, el ingreso y egreso de transeúntes y automóviles. Es, por así decirlo, su presencia de primera instancia en ese tipo de urbanizaciones.

Los procedimientos en este sentido han de ser minuciosos y consisten, en esa primera instancia, en verificar la identidad (nombre y apellido, número de DNI) de las personas ajenas al lugar; los motivos por los cuales concurren, a quiénes buscan y a qué vivienda se dirigen, así como también las chapas patentes, si accedieran en vehículos.

Con un enfoque preventivo en sus tareas, los guardias controlan que no se produzcan situaciones fuera de lo normal o atípicas, que de alguna manera impliquen riesgos para personas y bienes del lugar, o que representen una ruptura de los códigos de convivencia.

La vigilancia debe extenderse, en rigor, a través de rondas permanentes mediante las cuales se observan las viviendas y los vehículos estacionados, así como también cualquier irregularidad que ameritara dar aviso a los dueños o advertir sobre movimientos extraños.

Los controles de una vigilancia integral abarcan todo el perímetro del lugar, adonde, además de asegurar que las personas que circulan estén autorizadas, se verifica el buen estado de piletas, quinchos, entre otras cosas.