UNA BARRERA DE PROTECCIÓN

Desde el primer día de las medidas restrictivas por la pandemia del Covid-19, los servicios de vigilancia privada, con sus recursos de prevención y control, se han tornado imprescindibles para la protección de personas y bienes en edificios, conjuntos inmobiliarios, empresas e instituciones.

Considerada un servicio esencial, la vigilancia debe ser una prestación garantizada por una organización que acredite firmeza jurídica, documentación fiscal y administrativa en regla.

En las actuales circunstancias, en que el concepto de seguridad involucra múltiples factores, resulta fundamental también la capacitación integral de los vigiladores.