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VIGILADORES, PARA ANTICIPARSE…

Preventivamente, mediante la vigilancia y el control, los guardias privados se anticipan de modo de no actuar sobre los hechos consumados. De ahí que resulten imprescindibles en la prevención de delitos o de situaciones que impliquen peligros contra las personas y los bienes.

Por eso mismo, es insuficiente la custodia de agentes armados y no es casual que, por lo general, mediante llamados a licitación, se solicite la participación de la seguridad privada en ámbitos públicos.

A pesar de la disponibilidad de policías para organismos oficiales, los guardias se desempeñan marcando una diferencia fundamental por su observación, recorrido y atención en alerta permanente.

De ahí que se incrementen día a día los requerimientos de parte de entidades estatales para contratar servicios de vigilancia y control privados, aun cuando esas dependencias puedan disponer del concurso de policías.

NUESTRA VIGILANCIA EN CONSORCIOS

La vigilancia de Cooperativa Norte SIS en consorcios consiste en controlar que toda persona que intente ingresar a un edificio acredite que tiene franqueado el acceso: sea que porte llaves de la puerta principal o bien que se comunique a través del portero eléctrico con alguna persona que accione electrónicamente, desde su departamento, la apertura, o bien que se presente personalmente para hacerlo. Los guardias no abren la puerta, salvo que se tratara de una persona que viva en el edificio y por algún motivo no dispusiera en ese instante de la llave de ingreso.

Cuando se trata de vehículos que se estacionan para ingresar a la cochera, los vigiladores se ubican junto al portón de acceso, controlando el entorno al momento en que entra el automóvil, hasta que se encuentre a buen resguardo.

En rigor, las tareas no se limitan en modo alguno a ese control. Se extienden también a otras que habitualmente, por desconocimiento, se consideran sólo reservadas al portero, en horarios en que éste no se encontrara en el edificio.

En efecto: los guardias también se encargan de recorrer el edificio regularmente y verificar que no se presenten anomalías de ningún tipo, lo que incluye la revisión diaria de tableros eléctricos, la bomba de agua, los ascensores, las luces de emergencia, los matafuegos, la puerta de la terraza, entre otros elementos que conciernen a la seguridad integral del consorcio, así como también la sala de operaciones.

Si en sus rondas diurnos o nocturnas, advirtieran algún problema o riesgo, los guardias se comunican telefónicamente con las empresas contratadas para el service correspondiente, mientras garantizan que ninguna circunstancia afecte a propietarios o inquilinos que ocupan los departamentos.

Del mismo modo, al recorrer los paliers de cada piso, nuestros vigiladores constatan que no haya ruidos molestos, humo, olor a gas o cualquier situación que resultara llamativa o fuera de lo común.

Todas las actividades quedan asentadas por escrito en el libro de novedades, de modo que, además, los procedimientos queden documentados para corroborar también gastos por servicios de emergencias, si hubiese sido necesario requerirlos. Se trata, si bien se mira, de un relevamiento de situación útil también a la labor de los porteros, a quienes avisan sobre los hechos que encuadraran en lo “fuera de lo habitual”.

En ese sentido, en Cooperativa Norte SIS hemos instrumentado -como valor agregado de nuestros servicios- la posibilidad de instalar en los consorcios cámaras de video en CCTV y la DVR para efectuar grabaciones continuas, mediante las cuales monitoreamos a nuestros guardias en tiempo real, durante las 24 horas, diariamente, de modo de asegurar que las tareas encomendadas se cumplan de manera responsable, eficiente y efectiva.

PARA EVITAR EL CONTAGIO DEL COVID-19

Para evitar el contagio del coronavirus, los vigiladores deben respetar y hacer respetar todas las medidas preventivas de bioseguridad establecidas por las autoridades sanitarias y que forman parte de los protocolos de actuación. No deben descuidarse ni relajarse en ese sentido. El Covid-19 sigue siendo altamente contagioso.

El hecho de que rija en Córdoba el distanciamiento social obligatorio y no la cuarentena no implica que podamos relajarnos. Ahora más que nunca todo depende de nuestras actitudes y comportamientos personales.

BARBIJO, LAVADO DE MANOS Y DISTANCIAMIENTO

Toda vez que presten servicios de vigilancia, los guardias deben colocarse correctamente el barbijo y usarlo de manera apropiada, es decir, tapándose la boca y la nariz.

Deben lavarse las manos regularmente con agua y jabón o en su defecto, con alcohol en gel o alcohol líquido a razón de 70 por ciento de alcoholo y 30 por ciento de agua.

Deben respetar el distanciamiento social, mantener una distancia no inferior a dos metros con las personas, presenten o no síntomas (tos, estornudo, resfrío, o fiebre), ya que existen los asintomáticos

También al toser o estornudar, deben cubrirse la boca con el pliegue del codo o bien con un pañuelo descartable que deben tirar a la basura

Nunca deben tocarse la nariz, los ojos y la boca, si previamente no se hubieran lavado bien las manos con agua y jabón

CUIDADO CON LOS ASCENSORES

Los guardias deben evitar el uso del ascensor y tratar de subir y bajar por las escaleras. Si viajan en el elevador, deben hacerlo solos, sin compartir la cabina con otras personas.

En todos los casos, deben proteger sus manos para agarrar las manijas de las puertas del ascensor y para pulsar el botón de destino tanto como el de llamada. Lo recomendable es utilizar servilletas de papel o un trapo embebido en alcohol.

Después de utilizar el ascensor, hay que lavarse bien las manos con agua y jabón o con alcohol en gel.

Los vigiladores deben cuidarse, por ellos, por sus familias y, en el lugar de servicio, también por los clientes