POR MÁS VIGILADORES

El incremento de los hechos delictivos y el consecuente temor a la victimización resultan ostensibles en toda América latina, aun con las diferencias socioeconómicas de cada país que presenta situaciones dispares. La Argentina, por cierto, no es la excepción.

Las estadísticas oficiales, en efecto, reflejan esa realidad: los requerimientos de seguridad privada en la región registran una tasa de crecimiento anual del 7 por ciento, en tanto que en nuestro país alcanza el 5 por ciento.

En ese sentido, en la Argentina se verifica la presencia de 1 vigilador privado cada 273 habitantes; en Uruguay, 1 cada 269, y en Chile 1 cada 171.