De acuerdo con datos de la Cámara Argentina de Seguridad e Investigación (Caesi), la seguridad privada se expande a un promedio del 5% anual. Esto es: el segmento viene incorporando a razón de 10.000 nuevos vigiladores por año. Este incremento en la dotación está sustentado en el nivel de expansión que exhibe el sector en estos últimos cinco años, en función de las crecientes necesidades de seguridad que sobrepasan la capacidad de repuesta de las fuerzas policiales. El 70% de la demanda de este tipo de protección se concentra en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), mientras que Santa Fe, Mendoza y Córdoba dominan el 15% de la porción restante. Otro 15% se distribuye en el resto de las provincias argentinas.