LA IMPORTANCIA DE LOS VIGILADORES EN SHOPPINGS

Convertidos no ya sólo en lugares de venta sino también de ocio y esparcimiento, los shoppings se han modernizado en cuanto a los sistemas de control de accceso, tanto peatonal como vehicular. Sin embargo, no alcanza con esos dispositivos para cubrir las necesidades de seguridad de locatarios, empleados y visitantes, de modo de garantizar una jornada sin inconvenientes.

A pesar de la notable expansión de los centros comerciales, cada vez más concurridos por personas de todas las edades, todavía no se ha tomado conciencia necesaria para poner en valor los servicios integrales de vigilancia privada como el modo más efectivo de prevenir y reducir los riesgos de hechos delictivos al interior de esos espacios.

Lo cierto es que la presencia de vigiladores es imprescindible, tanto más cuanto que los mecanismos electrónicos de control resultan insuficientes para la protección de personas y de bienes.

Ni qué decir de los estacionamientos, áreas extensas y por lo general articuladas en distintos niveles, adonde el flujo de vehículos y personas es incesante.

No por casualidad, las estadísticas señalan un incremento en los robos perpetrados en estacionamientos de centros comerciales, además de otros incidentes graves, como asaltos inadvertidos a los usuarios y, en algunos casos, hasta secuestros exprés.

De ahí que en los shoppings, por la naturaleza de su infraestructura y la multiplicación de sus “zonas críticas” y “puntos ciegos”, se requiere un servicio de seguridad integral. Dotarlos de sistemas integrados de control, por cierto, pero no sin asegurar una presencia efectiva de guardias que permitan mantener permanentemente vigilados todos los espacios.