Cooperativa Norte SIS adhiere a la conmemoración de la Revolución de Mayo de 1810 y reivindica el sentido comunitario, de proyecto en común, de aquel grupo de vecinos del pueblo de Buenos Aires que reclamó ante el Cabildo constituir la primera junta, el primer gobierno formado por criollos.
Aquel proceso afianzado un 25 de mayo constituyó un acontecimiento emblemático que marcó un hito político, social, económico y cultural. También configuró ciertamente el comienzo de una manera de participación comunitaria, un sentido cooperativo de esfuerzo propio y ayuda mutua.
Si bien fue articulada por una elite de patriotas “ilustrados” que encabezara al movimiento, la incipiente acción vecinal de aquella época se incorporaría a la memoria colectiva y sentaría de alguna manera las bases de una identidad en el camino de la organización nacional.
Más allá de sus alcances políticos y de las dispares interpretaciones históricas acerca de si la revolución encarnaba verdaderamente o no una lucha por la independencia y la soberanía, por encima incluso de las disputas entre dos visiones antagónicas (la de la historiografía liberal y la del revisionismo), lo cierto es que los acontecimientos de mayo de 1810 cimentaron un espíritu de participación en las bases sociales que también es válido recordar y celebrar en este 25 de mayo en lo que tuvo de popular.